Lo que siento cuando vendo Oro...

...O experiencias de voluntarios colaborando para conseguir fondos

Hace unos días hicimos un llamamiento a que nos contárais vuestra experiencia ¿qué sentimos cuando colaboramos con nuestra asamblea vendiendo lotería para financiar los proyectos? ¿preferimos vender a nuestros conocidos, familia, amigos? ¿O mejor a desconocidos?

Estas son algunas de las respuestas que nos habéis enviado. Y si alguien más quiere aportar su experiencia ¡no dejéis de contarnoslo en Comentarios!

Luis M. nos dice:

"Si que he vendido loteria, a los mismos de siempre, mi supercorta familia y a mi mismo ¡ya no puedo más! Cariños."


María E. nos cuenta:

"Todas mis amistades están viviendo con lo mínimo.
Yo prefiero vender a desconocidos para que no me hagan los favores a mí, sino que sea cruz roja la protagonista.
Yo colaboro en la medida de mis posibilidades aunque no sea muy eficaz"


Aquae nos cuenta su expereiencia y la de su casa:

"Este año he comprado loteria, la primera vez en mi vida. Katy me ofreció llevarme 20 boletos. Pensé que era una idea buena comprar 4 y regalárselos a mi madre ( es una persona mayor) por el día de la madre.

Le hizo un montón de ilusión. De vez en cuando le recuerdo que no se olvide de los boletos cuando se vaya de vacaciones, y que esté al tanto del sorteo. A la vez, le cuento cosas de CRE Villalba y está más sensibilizada, ha dejado de hablar de Moros, Sudacas y esas cosas que dicen algunas madres...., y los ve como personas ahora. Es muy fuerte....."


Enrique R. nos hace reir:

"La experiencia de vender lotería, la mía es muy fácil, me la he vendido a mi, y no he tenido que insistir..."


Teresa L., nueva voluntaria comparte:

"En mi primera experiencia de colaboradora, ha sido de mucho agrado y satisfacción el poder vender un poco de lotería. En cuanto que pueda me pongo en contacto con vosotras para seguir colaborando en lo que pueda, he sido yo la que se ofreció para lo que hiciese falta dentro de mis posibilidades y edad, aunque con ganas, la edad no cuenta ¡¡¡¡¡¡y yo me siento joven!!!!!!!

Mirta siempre consigue que podamos vender toda una mañana en su antigua empresa, de muchos empleados y nos cuenta:

"Mi experiencia con la venta del SORTEO DE ORO se reduce, como sabes, al lugar adonde trabajé los últimos 15 años de mi vida laboral.

¿Por qué?

Porque por mi forma de ser me es muy dificil pedir ayuda. Muy al contrario casi me he vanagloriado de ser una persona autónoma e independiente . La madurez me ha enseñado que sí necesito a la gente, que soy una animal social.

De ahi a pedir dinero va un abismo. Me resulta super incómodo forzar a alguien que aprecio a que me compre porque me conoce. Evito estas situaciones y el resultado es que me siento mucho mejor. Guardo una cierta coherencia en mi forma de ser, de pensar, de senir.

De ahi que prefiera dar la lata a desconocidos con los cuales no tengo mas obligación que dar las gracias y una sonrisa."

Irene Gil nos cuenta también lo que siente...

"Al principio cuando voy a vender lotería pienso que me dará verguenza. Pero en cuanto empiezo a vender me suelto y me vuelvo muy persuasiva.
Según voy vendiendo me siento contenta y útil para Cruz Roja. Pero cuando la gente es borde me deja mala sensación y tengo que esforzarme por recuperar la sonrisa para seguir vendiendo.
Cada vez que alguien insinúa que no sirve de nada ayudar a Cruz Roja o que nos quedamos con el dinero recaudado me enfado un poco y les replico que nosotros ayudamos incluso a quien no nos ayuda. Prefiero vender a conocidos o familiares por la confianza que me da; pero nunca les fuerzo, entiendo que hay gente a la que no le gusta comprar lotería o 5€ les parece mucho."

¡Gracias a todos por compartir vuestras experiencias!